Romario gambetea a la CBF
Año 5. Edición número 238. Domingo 9 de diciembre 2012
Fina estampa. El ex 9 de la verdeamarelha ahora integra la comisión deportiva del parlamento.
El ex astro deportivo y, ahora, diputado impulsa una investigación contra la Confederación Brasileña de Fútbol.
Son muchos los ex jugadores de fútbol que ingresan en la política brasileña, de hecho resaltan las figuras de Pelé (ex ministro de Fernando Henrique Cardoso y hoy embajador del Mundial 2014), Bebeto (miembro del Partido Democrático Laborista), Ronaldo (miembro del Comité Organizador Brasil - 2014) y el legendario Romario (actual diputado federal por Partido Socialista Brasileño), que fue noticia esta semana por haber logrado las adhesiones para constituir en el Parlamento una Comisión Parlamentaria de Investigación nada menos que a la Confederación Brasileña de Fútbol.
En su discurso parlamentario, el ex jugador argumentó en el plenario: “La CBF es una institución privada, pero recibe una gran cantidad de dinero público, a través de la exenciones fiscales y contribuciones sociales. No se trata de prejuzgar a nadie, pero tenemos que buscar la transparencia”, dijo Romario, que insertó este jueves el pedido de creación de la CPI para investigar a la organización del fútbol brasileño, especialmente la gestión de Ricardo Teixeira, ex presidente.
Lo hizo tal como fija el inciso 3° del art. 58 de la Constitución Brasileña, y de los art. 35 al 37 del Reglamento Interno de la Cámara de Diputados, proponiendo su composición por 20 miembros, con sus respectivos suplentes, participación proporcional de los partidos, y con una plazo de 120 días para investigar el caso las supuestas irregularidades en la explotación y administración del fútbol nacional ejercida por la CBF.
Entre sus principales acusaciones está el contrato entre la CBF y la aerolínea TAM, por R$ 7 millones anuales, atento a una nota de laFolha de San Pablo (28/10/2012), que dice: “Que existirían indicios de que la organización del fútbol fue utilizada como instrumento para beneficiar a sus gestores y terceros por ellos relacionados, mediante la recepción de valores de publicidad que deberían haberse aplicado a la realización de sus finalidades”.
A su vez, Romario argumenta que: “Cuatro empresas de propiedad de un amigo del ex presidente de la CBF, Ricardo Teixeira, fueron apuntaladas por la confederación como beneficiarias del contrato de patrocinio de la selección con la TAM. Por tal acuerdo, que tendrá validez hasta el año de la Copa del Mundo de 2014, la CBF indicó a las empresas del Grupo Águila, de propiedad del empresario Wagner Abraão, para recibir las cuotas mensuales”.
Suma a las acusaciones, la situación de Marco Polo Del Nero, presidente de la Federación Paulista de Fútbol y vice de la CBF, quien estaría envuelto en una operación de la Policía Federal que busca desarticular dos organizaciones criminales. Y no termina ahí, Romario también apunta al presidente del Consejo Fiscal de la CBF, Antônio Carlos Coelho, que según las cuentas de la entidad tiene un plan de salud pagado por la misma, lo que está vedado por estatuto del organismo. Según un reportaje de la Folha de San Pablo, la CBF desembolsa R$ 3 mil para pagar el plan del consejero y de otros cuatro familiares.
Por último, se acusa de fraudes en el proceso electoral para la elección de los dirigentes de la CBF, que favoreció al actual presidente, José María Marin, quien al llegar a la presidencia decidió aumentar su salario de R$ 98 mil a 160 mil, además de los R$ 110 mil que percibe del Comité Organizador Local de la Copa Brasil 2014. Además, aumentó el sueldo a los principales integrantes de la cúpula de la entidad.
Según informó la asesoría de prensa del parlamento, Romario consiguió 188 adhesiones de sus colegas en apoyo a la CPI, más de las 171 necesarias para pedir su constitución. Si bien la instalación de la misma depende de los trámites fijados por el reglamento interno, el diputado confía en que se dé cause a la formación de dicha comisión a principios de 2013, a meses del comienzo de la Copa de las Confederaciones, que se jugará en ese país.
Y Romario no se conforma con “auditar” la CBF, oportunamente también presentó un pedido oficial a la Cámara para que el Tribunal de Cuentas de la Unión realice una auditoría a la venta de entradas para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Sumo al requerimiento una solicitud a la presidenta Dilma Rousseff y al ministro de Deporte, Aldo Rebelo, que cumplan con la intención de repasar los recursos públicos y mandatos en las entidades deportivas.
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